LA BOCANADA

22.02.2015 14:27

La bocanada
Cuento corto
por Sergio Pellizza

En un comienzo residían en un espacio sin identidad, solo sabían que estaban  constituyendo una mezcla heterogénea de varios elementos, todos gaseosos. Uno muy popular por su cantidad casi el 80 %, se llamaba nitrógeno. Otro del que había menos de un cuarto del total pero se decía importante por su vitalidad era el oxigeno. También compartían esa inmensa masa otros más raros como el argón el neón y el dióxido de carbono. Al conjunto lo llaman atmosfera. Hacia 3460 millones  de años que estaban envolviendo y girando a este planeta tierra. Como toda masa sin identidad solo estaba y participaban mecánicamente en los fenómenos atmosféricos prestando su espacio para que dentro de él se generaran las nubes, los rayos con sus tormentas, tomando y dando increíbles cantidades de energía. Siempre era  lo mismo. Nubes en tranquilo movimiento, a veces chisporroteando rayos entre ellas, de vez en cuando alguno acompañado del agua que habían juntado las nubes de vapor caía sobre el planeta en forma de lluvia. Este ciclo repetitivo a través de millones de años les pareció a algunos de estos elementos algo aburrido. Sobre todo el oxigeno que se sabía vital pero no sabía por qué.
Los elementos tenían mucha comunicación entre semejantes  principalmente el nitrógeno  y el oxigeno que eran los de mayor presencia numérica. Los otros que por ser muchos menos estaban muy dispersos en esa masa sin identificad y solo se comunicaban cuando la casualidad desidia acercarlos, pero tenían tan poco que decirse que les daba igual como a los otros elementos más numerosos. Todos estaban insertos en un atmosfera de total aburrimiento. De pronto unas gotas de vapor que ascendían del planeta para unirse a alguna indiferente nube, trajeron una gran noticia. Dijeron que desde el mar donde provenía se estaban produciendo extrañas cosas que algunos mucho después llamaron vida. Esta cosa nueva se estaba reproduciendo rápidamente y en pocos millones de año estaba invadiendo el planeta. No se  movían  al principio y eran de color verde. La noticia se propagó en forma casi inmediata a todos los elementos y la atmosfera hervía de comentarios. Ya no era una aburrida atmosfera. Había algo de que hablar. Esa mentada invasión no preocupaba a ninguno de los elementos, estaban muy alto y por encima de esos terrenales aconteceres. De pronto ocurrió algo aun  más raro y casi increíble. La noticia se difundió rápidamente habría una selección rigurosísima ,  ordenada por no se sabía quién, pero evidentemente muy poderoso, totalmente superior. Esta selección  de elementos de la atmosfera estaba destinada a un propósito fundamental importantísimo. Los elementos fueron examinados exhaustivamente  y al final quedo un conjunto único totalmente puro que se dio en llamar “bocanada”. Esta “bocanada de aire”, tan especialmente escogida fue la que utilizó el poder superior para darle vida,  alma y espíritu a un conjunto de elementos provenían de la tierra y que formaron esa figura a imagen y semejanza del ser superior,  que después reinó sobre todo lo demás, que antes había creado. Se lo llamó Adán. Según cuentan las crónicas atmosféricas: Del mismo Adán el poder supremo genero una compañera que se llamó Eva, nacida de la misma y divina “bocanada”, y también dotada de vida, alma y espíritu.
Es decir con los mismos divinos atributos.


 21 Febrero 2015

     

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